TU PERMISO A SER FELIZ...

NUNCA TE ADAPTES A LO QUE NO TE HACE FELIZ...

Nuestra mente desde sus inicios ha recorrido caminos que la fueron condicionando a ser como es ahora mismo.
En ella quedan registrados una especie de "mandamientos" que se viven como decretos u ordenanzas a cumplir.
Una paciente me decía hace poco: "No puedo ser más feliz que mi madre, y ella ha sufrido mucho en su vida... " ¿conclusión? si ella sigue fiel a ese mandato (en su mayoría son inconscientes) ella jamás accederá al permiso de ser feliz.
Ya tiene una ley estricta que cumplir: tu madre no fue feliz, tu tampoco puedes serlo.
Son contenidos de la vida que se imponen más allá de la voluntad consciente de la persona.
En realidad lo que hay detrás de cada mandamiento es un conflicto emocional no resuelto. Algo que hizo sufrir a la persona demasiado... y por eso, para calmarse, encontró esa solución mágica al problema: si ella no fue feliz... yo tampoco lo seré.
Y de esa manera destruye su vida.
Por esa razón(y por muchas otras más) es que hay personas que no acceden libremente a su felicidad... y no sólo eso, tampoco se rebelan a la infelicidad, la asumen, la aceptan. la asimilan como parte de su realidad.
Y es así como conocerás personas que se han adaptado a un estilo de vida donde los momentos de felicidad brillan por su ausencia.
Alerta roja... si hace un tiempo considerable de tu vida que estás sin recrear en tu rostro la contagiosa mueca de una sonrisa... si hace tiempo que no compartes buenos ratos con lindas personas, sanas, plenas, si estás en un estado con preocupantes tendencias depresivas, si la vida te pesa, los hombros te pesan, el animo te pesa, el cuerpo te pesa... quizás eso es señal de que te estás adaptando a la infelicidad.
Debes actuar antes de que sea demasiado tarde.
¡Rescátate!
Rompe los mandatos equivocados.
Estás casi olvidando algo que tienes el derecho, la obligación y que sin duda te mereces: el permiso a ser feliz.
Jamás te lo quites...